Cuando se llega el momento de formar una familia y compartirlo todo con tu pareja, es un momento lleno de ilusiones.
Aunque esto no quiere decir que no habrá problemas y conflictos, sobre todo al repartir las tareas de casa y normas de convivencias.
Si no se dejan desde un principio claras las reglas y normas de un hogar creanme que sera un dolor de cabeza a la larga.
Deben entender que van a pasar de un estado de independencia a otro de dependencia, aunque esto no quiera decir que van a dejar de ser ustedes mismos, pero deberán tomarlo con mucha tranquilidad y paciencia.